La Orquesta Filarmónica de El Alto ha dado sus primeros acordes sin mucho aspaviento, pero con el soporte y la experiencia del maestro Freddy Céspedes, quien asumió la labor de llevar adelante un proyecto cultural que sea autosustentable.
Céspedes, que el fin de semana presentó al elenco en la obra de ballet El mundo del vals, era hasta hace poco director de la municipal Orquesta Sinfónica de El Alto (OSEA). Renunció luego de 11 años de labor de formación. Varios de los músicos que conformaban el elenco de la Sinfónica de El Alto decidieron dejar la institución ante la ausencia de un futuro como profesionales y hasta de condiciones; “no teníamos ni atriles ni aulas”, según Céspedes.
El director de Cultura de la Alcaldía de El Alto, Julio Callisaya, dijo que Céspedes renunció “por problemas de salud”. Reconoció “que el equipamiento y las condiciones mínimas no son de las mejores” en la Escuela Municipal de las Artes, de la que depende la Orquesta Sinfónica (OSEA). “Varias gestiones anteriores se han descuidado”, remarcó Callisaya, quien está cuatro meses en el cargo.
La autoridad municipal informó que ha contratado a Gastón Arce, director de la orquesta de la universidad Loyola, para la dirección del elenco, y anticipó que el 16 de julio, en ocasión de la efemérides de La Paz, se harán las primeras presentaciones bajo esa batuta. “Recomenzar la tarea no es de la noche a la mañana”, dijo al valorar el legado de Céspedes.
Callisaya lamentó, sin embargo, que el exdirector “se haya llevado a algunos muchachos de la orquesta”, para poner en marcha este proyecto de carácter independiente. El músico explicó que cuando él renunció, cansado de esperar una ayuda que no llegaba, no tenía en mente armar otro elenco. “Los muchachos me llamaban y me preguntaban qué íbamos a hacer, así que surgió la idea de la Filarmónica”. Son 90 los integrantes del elenco, incluidos algunos profesores de la OSEA.
Como entidad privada, se espera captar recursos de la cooperación internacional y generar ingresos propios. “Al ser parte del municipio, todo dinero por las actuaciones iba a arcas municipales, tal como dice la ley, y los músicos no tenían nunca la perspectiva de vivir de su trabajo”. Ahora, éstos recibirán un pago.
“La Filarmónica será una institución modelo de desarrollo integral y abierta a toda la sociedad, sin ningún tipo de discriminación, con un alto concepto de excelencia”, reza el documento de intenciones redactado por los músicos.
El proyecto, que pretende convertirse en una fundación, cuenta con Bs 30 mil del premio Eduardo Abaroa que otorgó el Ministerio de Culturas a la Sinfónica de El Alto. El Director de Cultura expresó que, si bien no reclamarán esos recursos, pedirán saber sobre su uso.
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