Descubre en que no debes fallar durante tu entrevista de trabajo
El proceso de conseguir un nuevo trabajo suele ser más largo y complejo de lo que le
gustaría a cada uno, pues más bien parece una carrera de obstáculos destinados a seleccionar a los mejores empleados, algo del todo comprensible por parte de las empresas. Si estás buscando empleo lo más normal es que comiences por buscar ofertas laborales a las que enviar tu candidatura, normalmente algo tan sencillo como un currículo, aunque también se puede acompañar de una carta de presentación. Lo siguiente suele ser una selección por parte de la empresa, que no elige aún al trabajador que se unirá a sus filas, sino que hace una selección para pasar a realizar entrevistas a los candidatos. En los procesos más complejos puede haber primero una entrevista telefónica, después una presencial en grupo con varios candidatos y una última entrevista de trabajo individual, siendo normalmente un proceso eliminatorio en la que sólo los más aptos llegan a la entrevista final. Aunque en otros casos, si la empresa es más pequeña o los trabajadores seleccionados son menos, todo se resume a la entrevista individual.
En todo caso, y al margen del proceso de selección, la entrevista de trabajo es un paso clave para conseguir un puesto laboral, ya que es donde nos lo jugamos todos. La búsqueda de ofertas de empleo es una rutina más mecánica que casi se resume en mira en tus páginas de clasificados online y envía un currículo adaptado a dicha oferta. Por su parte, la entrevista de trabajo exige una preparación mayor, ya que en la misma se tocarán diversos aspectos, teniendo normalmente delante de nosotros a uno dos personas, habitualmente la persona que será nuestro jefe directo y un encargado de recursos humanos, en el caso de que la empresa sea lo suficientemente grande. Así que nuestro objetivo siempre debe ser conseguir enamorar a los entrevistadores, para que cuando termine la entrevista crean que somos la persona indicada para el puesto que ofertan. Para esto hay que tener muchas variables en mente, pero con un poco de práctica terminaremos dominando las entrevistas de trabajo.
- Busca el equilibrio. En una entrevista de trabajo la imagen que proyectemos lo es todo, pues es lo que nos hará conquistar al entrevistador. Para esto lo mejor es mantener una actitud equilibrada entre la profesionalidad y la simpatía; con el objetivo de ser lo suficientemente profesional sin llegar a ser aburrido, así como lo bastante simpático sin dar una imagen de irresponsable.
- Ve con la lección aprendida. Ten en cuenta que en una entrevista de trabajo te preguntarán sobre tus estudios y tu trayectoria profesional, así como por nociones relacionadas con el puesto de trabajo que vas a desempeñar. De modo que no dejes nada al azar, ten las respuestas más que preparadas, para que si te preguntan cualquier cosa puedas responder al instante y con seguridad.
- Cuida tu aspecto físico. La primera imagen que da una persona la transmite su aspecto exterior, y para nuestra suerte o desgracia no es fácil cambiarla en pocos minutos. Evidentemente, si el entrevistador ve que somos todo un profesional no habrá problemas, pero nunca está de más una pequeña ayuda extra. Así que acude a la entrevista vestido de forma elegante pero informal, con lo que no acudas ni en bermudas ni en un traje para cócteles. En el caso de las mujeres, lo mejor es un maquillaje suave, que no sobresalga pero que resalte la belleza natural.
- Practica hasta dominar las
entrevistas. Al final, como todo en la vida, las entrevistas de trabajo se
pueden volver muy rutinarias, con lo que practicando terminaremos
dominándolas y aprendiendo todos sus trucos. No dudes en dedicar tiempo al
entrenamiento, ya sea frente al espejo o con alguien que haga de
entrevistador, ya que de esta forma terminarás superando cualquier
entrevista como un mero trámite.
Liliana
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