Lazos. La relación entre estas dos generaciones tan distintas es gratificante para todos. El abuelo tiene más ganas de vivir y el niño se siente más comprendido.
Compartir tiempo con los nietos son momentos que aparte de aportar alegría, brinda bienestar a la salud de los abuelos. Son edades opuestas, pero complementarias entre sí. En este sentido, el psicólogo Willan Villagómez del Centro Vida Feliz, enfatiza que se deben hacer actividades para pasar momentos cada vez más divertidos, entretenidos y que sean placenteros para ambos.
Momentos que dan felicidad. Según estudios, las personas de la tercera edad encuentran al momento de compartir tiempo de juego con sus nietos “una fuente de alegría, vitalidad, optimismo y buen humor”. Es una gran mejoría, tanto para su estado mental y físico. Así también, su vitalidad y capacidad para jugar con juegos infantiles. "Les mejora la calidad de vida y tienen más esperanza", agrega el especialista.
Mirar fotos, trae consigo recuerdos agradables. Los recuerdos, en la tercera edad, es lo que más se tiene presente y a quién no le gusta ver fotos y preguntar la historia de cada imagen. "A los niños les encanta y a los ancianos también", dice Villagómez. De esta manera, surgen las preguntas y la interacción, entre ellos aumenta dando así lugar a un relación más sólida.
Contarles historias de sus progenitores. Otra cosa que les gusta a los niños son las historias de sus padres. En este sentido, el abuelito puede contar de las hazañas, travesuras y ocurrencias de su hijo. "A los niños les da curiosidad y quieren escuchar y saber como sus padres eran en chiquitos". Ante ello, los ancianos pueden contar lo que hacían sus hijos en la infancia.
Comer algo sencillo. Si la comida de la mamá es la más rica del mundo, la que preparan las abuelitas puede ser aún más. "Vamos donde mi abuelita, ella hace unas galletitas ricas", dicen los nietos. "Degustar de un bocadito lleno de amor, también pueden ser una buena opción", dice el experto.
Los nietos. Ahora con las nuevas tecnologías, se puede llevar la portátil y mostrar a los ancianitos imágenes y videos interesantes. Así también, pueden ver en la televisión programas interesantes para ellos, concluye Villagómez.
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