Dos investigadores plantean que “ha terminado un ciclo de modelo de generación de empleo y que no tiene suficiente capacidad para seguir generando empleos de calidad con salarios dignos en El Alto”. El estudio está en proceso y en el análisis de los datos examinados.
La ciudad más emprendedora y donde abunda el cuenta propismo parece que ahora llegan a su fin. Foto: Arch |
El emprendedurismo y el negocio por cuenta propia está llegando a su fin en una de las ciudades más prometedoras en este aspecto, como es la ciudad de El Alto, puesto que una investigación da cuenta que, en el largo plazo, ese tipo de economía no podrá brindar oportunidades de empleo de calidad ni de una economía estable.
El planteó corresponde a la economista Elizabeth Jiménez y el sociólogo Carlos Hugo Laruta quienes trabajan sobre la temática de “Ciudadanías efectivas y políticas públicas”, bajo la hipótesis de que el tipo de crecimiento económico basado en un emprendedurismo y sustentado en las habilidades de las personas está llegando a un límite, a un punto de inflexión, al punto en que en el largo plazo no va a poder brindar oportunidades económicas de empleo, de organización económica estables y sostenibles.
La investigación, auspiciada por el Instituto Prisma, abrió un proceso de reflexión colectiva alrededor del estudio sobre “Ciudadanías efectivas y políticas públicas”, analizando los aspectos de empoderamiento, vulnerabilidad y oportunidades económicas.
El apartado sobre “oportunidades económicas”, a cargo de Jiménez y Laruta, optó por aterrizar en el estudio de caso de la ciudad de El Alto en términos de oportunidades, emprendimientos económicos, fuerza laboral, mercado de trabajo y desarrollo industrial.
“Parece ser que la información nos da la razón (sobre la hipótesis): sí hay crecimiento económico asociado, oportunidades económicas, etcétera, eso parece ser que está llegando a su fin”, afirma Jiménez.
El estudio analiza la estructura del empleo, el capital social (aún no desarrollado), las políticas públicas destinadas al empleo y la institucionalidad, y por último los procesos de industrialización real en la ciudad de El Alto.
Hasta ahora se identificaron y analizaron políticas públicas expresadas en la Ley de Promoción Económica de El Alto (2004), la Ley de Preferencias Arancelarias para Productos Andinos (ATPDEA) y directrices municipales que no llegaron a concretarse.
En el eje de los procesos de industrialización real se verificaron tres procesos y sus resultados, dos inducidos por la Ley de Promoción Económica (proceso de industrialización concentrada) que facilita a grandes y medianas industrias instalarse en El Alto con liberación de impuestos y de aranceles para la importación de maquinarias (33 empresas, generando 3.900 empleos). Este proceso no se articula con otro desarrollado por la micro y pequeña empresa (MyPE’s).
Un segundo proceso estuvo centrado en el ATPDEA con consorcios que lograron importar productos al mercado norteamericano, estos consorcios amarraron contratos con 45 empresas medianas y cada una de éstas a su vez se relacionó con cinco pequeñas y medianas empresas de 9 ó 10 obreros. El tercer proceso de industrialización es el micro o de subsistencia con múltiples emprendimientos en distintos rubros; en este caso se calcula cerca de 8.000 MyPE’s, muchas actualmente cerradas.
“Este proceso de mypes genera gran cantidad de empleo de mala calidad, informal, con salarios bajos, el capital es pequeño, al tecnología no es la mejor y la productividad es baja porque la capacitación de mano de obra es elemental. Son para la subsistencia pero durante la articulación que tuvieron con ATPDEA lograron mejorar sus condiciones”, asegura Laruta.
Los investigadores plantean que “ha terminado un ciclo de modelo de generación de empleo y que no tiene suficiente capacidad para seguir generando empleos de calidad con salarios dignos en El Alto”. El estudio está en proceso y en el análisis de los datos encontrados.
06de Julio del 2012
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