Otra jornada de violencia se vivió en La Paz. Estudiantes de Medicina atacaron a policías y periodistas con petardos cargados de canicas y trozos de metal, hondas y otros objetos. Antes, el Gobierno emitió el Decreto 1232 que restituye las seis horas para salud.
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| Un estudiante lanza una piedra a los policías. A su lado pasan dos jóvenes ajenas al conflicto y en medio de guardapolvos blancos. |
Los incidentes se registraron al mediodía en la Plaza del Estudiante y alrededores. Seis personas resultaron heridas (tres policías y tres periodistas) y cuatro universitarios fueron arrestados, pero por la tarde quedaron en libertad.
Las lesiones causadas por los manifestantes a cinco de estas personas son de diversa índole y gravedad; una sexta (un periodista) resultó afectada por la toxicidad de los gases lacrimógenos. El Ministerio de Gobierno inició una acción penal contra los agresores, cuyos actos fueron calificados de “delincuenciales” por el comandante departamental de la Policía, coronel Jorge Aracena.
La concentración de los estudiantes partió de la Facultad de Medicina y recorrió diversas arterias del centro. La mayoría eran estudiantes de Medicina de la Universidad Mayor de San Andrés y delegaciones de sus similares de Oruro, Cochabamba y Tarija.
Cuando se apostaron enfrente del Ministerio de Salud, resguardado por policías, lanzaron piedras a los vidrios de la entidad. Además, comenzaron a utilizar “miguelitos”, jeringas, hondas y petardos para disparar canicas (bolas de vidrio) a los uniformados.
“Atacaron con piedras, canicas y pedazos de hojalata metidos en los petardos, que eran disparados desde un mortero artesanal y al explotar dañan la humanidad, incluso lanzaron papas atravesadas con clavos”, indicó el subjefe de la Policía, coronel Johnny Troncoso. La Policía usó gas lacrimógeno para dispersar a los universitarios, por lo que se generó un enfrentamiento en el que escolares, padres de familia y comerciantes de la zona resultaron afectados.
Afectados. Las piedras y canicas lanzadas también dañaron negocios situados cerca del edificio de la universidad y los puestos de venta callejeros. Por la noche, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, presentó los objetos que, en su criterio, emplearon “infiltrados” en la movilización “para agredir a policías, periodistas y la ciudadanía”.
Mostró también fotografías en las que se ve a manifestantes usar “resorteras y bazucas artesanales para lastimar a la gente”. Pérez dijo que las organizaciones tienen derecho a movilizarse, pero deberían evitar los “infiltrados”.
Previo a los incidentes, sectores afines al MAS marcharon en La Paz, encabezados por el dirigente de la Conaljuve, Efraín Chambi, para exigir el fin del conflicto. En Cochabamba, mientras un grupo de universitarios pidió volver a clases, otro se enfrentó con la Policía al intentar rebasar un cerco de seguridad al encuentro preparatorio de la asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Con ayer se cumplieron 49 días de protestas en rechazo al Decreto 1126 que establecía una jornada laboral de ocho horas para el sector salud. Tras un acuerdo con la Central Obrera Boliviana (COB) y las universidades, el Gobierno emitió ayer otro decreto, el 1232, que suspende la norma citada antes.
Una jornada violenta
Tres efectivos policiales y tres trabajadores de medios de comunicación resultaron heridos tras los choques registrados entre universitarios y policías ayer. El subcomandante departamental de la Policía, coronel Johnny Troncoso, informó que los tres uniformados (dos oficiales y un policía), un camarógrafo (que colabora con la agencia de noticias CNN) y un fotógrafo de la agencia Reuters tienen lesiones por “petardos preparados con canicas”. En tanto que una periodista de la red Unitel perdió el conocimiento a causa del gas lacrimógeno.
El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, mostró fotografías de las heridas provocadas. Los afectados fueron trasladados a la clínica policial Virgen de Copacabana y se informó que se encuentran fuera de peligro. Además, cuatro estudiantes fueron aprehendidos por policías cerca de la Plaza del Estudiante.
Uno de ellos (J.R.) fue identificado cuando lanzaba piedras y canicas con una honda, según la Policía. Fue trasladado al Comando Departamental y luego a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen. Más tarde se informó que los cuatro fueron liberados, pero J.R. con medidas sustitutivas.
Atención en hospitales del país aún es anormal
Pese al acuerdo suscrito entre los trabajadores en salud y el Ejecutivo, la atención en hospitales es irregular, debido a la ausencia de médicos y porque los salubristas aguardan la cancelación de sus sueldos de abril. En recorridos realizados por los corresponsales de La Razón a los hospitales públicos de Santa Cruz, Cochabamba, Sucre y Oruro se evidenció que en los centros de salud sólo trabajan las unidades de Emergencia.
En la capital oriental, los trabajadores suspendieron la huelga de hambre, pero continúan con el paro movilizado para exigir el pago de salarios. El dirigente Robert Hurtado dijo: “Cada 10 de mes nos pagaban, pero hasta ahora no hemos recibido el sueldo”.
En Cochabamba, los trabajadores retornaron de poco a los hospitales, pero aún no se atiende consulta externa porque continúa el conflicto con los médicos. “Mientras no se resuelva está parada la atención”, dijo Gastón Osorio, director del hospital Viedma.
Parcial. En la ciudad de Sucre, la normalidad volvió parcialmente a los hospitales, la parte administrativa y los trabajadores retornaron a sus fuentes de trabajo, pero la ausencia de los médicos impidió la atención a los pacientes.
Los médicos de Chuquisaca rechazaron el contenido del nuevo decreto supremo porque aseguran que no fue consensuado y ratificaron la huelga indefinida y las movilizaciones junto a los estamentos de la Universidad San Francisco Xavier. Mientras que en Oruro, los salubristas volvieron a sus fuentes de trabajo y la atención en los centros de salud se regularizó. “Algunos médicos, aunque aseguran que mantienen la huelga, atienden a los pacientes externos”, dijo la dirigente Gloria López.
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