El representante adjunto de la Unicef, Ludwig Guendel, en entrevista con Oxigeno, recordó que los niños, niña y adolescentes están para ser educados y estar en sus casas y no trabajar. Pide a las autoridades de los diferentes niveles del Estado legislar a favor que este sector que es uno de los más vulnerables.
El trabajo infantil aun se lo practica en Bolivia, y son cientos de menores de edad que por situación de pobreza lo hacen. Recientemente se rescato a nueve menores que eran trasladados del área rural de Chuquisaca hasta Santa Cruz para que realicen trabajos en la zafra.
“Unicef tiene una posición bien clara, los niños tiene que estar en la escuela y tiene que estar en la casa, entendemos que en Bolivia y en otros países del área andina hay niños trabajadores y a esos niños hay que darles atención humanitaria necesaria”.
Según Guendel los menores que por algún motivo trabajan tiene que tener acceso a los servicios de salud, un trato digno, no obstante, dijo, “lo que no creo que debemos hacer es promover el derecho al trabajo, el momento en que se promueva el derechos al trabajo entonces los niños van a involucrarse a trabajar, eso es una violación a sus derechos”.
Para la Unicef se debe diferenciar por un lado la atención de los niños trabajadores y por otro la aceptación moral de que los niños tienen que trabajar, y lo que no se debe hacer “es aceptar moralmente el trabajo de niños”.
La entidad defensora de los derechos de la infancia identifica algunas falencias en esferas estatales, como las debilidades institucionales que hay, la falta de internalizar a algunos sectores del país sobre una cultura en favor de los derechos de la niñez y adolescencia, la descoordinación y la falta de una mayor responsabilidad social del sector empresarial.
Empero también reconoce que la importancia de que algunos órganos del Estado participen en temas que tiene que ver con los derechos de los menores, y fundamental el papel de las gobernaciones; “6 de las nueve gobernaciones han suscrito un acuerdo departamental para proteger a los derechos de los niños y las niñas en el país y yo creo que eso es muy positivo”, declaró el representante adjunto.
Pidió a las autoridades de los deferentes niveles del Estado “legislar a favor de la niñez y la adolescencia”, por encima de cualquier diferencia política o ideológica.
Siete de cada 10 hogares están expuestos al castigo físico de los niños y niñas, otra forma de violencia es el trabajo infantil, la trata y tráfico de menores. Para el primer caso muchos pueden ser resueltos tratando de cambiar la cultura de la sociedad.
Uno de los principales cambios que los padres y madres reconozcan los derechos de la niñez y la adolescencia, “que los reconozcan como personas que son sujetos, porque a veces hay una visión adulto centrista, no les damos participación, no los escuchamos, los castigamos fuertemente, no dialogamos con él; eso es un cambio trascendental” y reduciría la violencia intrafamiliar.
Otro de los factores negativos es la utilización de los niños en conflictos sociales en general, el hecho de que los niños se expongan a estas situaciones también es considerado una forma flagrante de violencia.
13 de Julio, 2012, Por:
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