Para mejorar la calidad de la educación, hay que mejorar las condiciones del maestro

El trabajo de los docentes, además de sacrificado, se encuentra obligado a una permanente actualización para poder complementar sus ingresos económicos, lo cual significa trabajar en más de un establecimiento educativo. La pregunta es ¿en qué momento preparan los temarios para desarrollarlos en el aula? El cuestionamiento es lanzado por Nora Mengoa, investigadora y coordinadora del Centro de Investigación y Acción Educativas (CEBIAE) de El Alto.

“Si queremos mejorar la calidad de la educación en la formación escolar, es muy importante mejorar las condiciones del maestro. Hay muchos docentes, algunos de ocasión y otros de vocación; no sólo se trata enseñar a leer y escribir, sino dar educación para la vida”.

Mengoa se encuentra en permanente contacto con profesores, no es una investigadora de escritorio, y sabe muy bien las preocupaciones de los docentes. Uno de los temas que a ella le inquieta está relacionado con la docencia interina. “Más allá del título que ellos puedan tener, lo que hay que ver y valorar es que hay muchos profesores que van descubriendo su vocación, son los que se empeñan sin necesidad de tener un título y no podemos dejar de valorarlos pues trabajan y van aprendiendo en el camino”.

En los distritos rurales, hasta el 50 % de los profesores son interinos, según el SEDUCA de La Paz; y la Universidad Pública de El Alto (UPEA) tiene 1.300 docentes contratados en calidad de interinos o invitados. Los catedráticos de esta casa de estudios alteña demandan la “titularidad” en sus cargos, porque la situación no sólo los perjudica a ellos, sino que la universidad tampoco puede ser acreditada (reconocimiento) debido a que no hay docentes titulares.

“En otros países no se da esta situación, generalmente brindan clases quienes han hecho carrera en este campo. Pero comprendiendo la situación boliviana, es muy fácil concluir y aceptar que no tenemos otra salida. En todo caso, lo aconsejable sería que los interinos se queden en las ciudades y los normalistas, los más aplicados en el área, se vayan a dar clases en las regiones con inferiores condiciones”.

Víctor Orduna

Pieb