Jóvenes fusionan con otras profesionales
Un experto señala que el arte escénico fusiona con otras ramas.
Los estudiantes Ariel Baptista, Belén González y Alejandra Díaz, pedagogo, comunicadora social, y literata, respectivamente, coinciden en señalar que el arte del clown, es un escape para reencontrarse con su niño interior.
ELENCO. Tabla Roja en una presentación. |
Al igual que ellos, cada año más de 160 jóvenes aprenden esta disciplina dictada por Baptista, director del elenco Tabla Roja, que cada mes dicta cursos a personas que tengan habilidad para encontrar distintas emociones y risas en su público.
LA RISA DE LA VIDA. Ariel Baptista, de 24 años, quien estudia ciencias de la Educación en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), actualmente dirige Tabla Roja, un elenco en el que trabaja la filosofía, psicología, poética, vida y práctica del payaso. Este joven actor afirma que su pasión nace a partir de un gusto por encontrar emociones, además de sonrisas en la gente que lo rodeaba. "Todos tenemos un payaso dentro y si dejamos que salga podemos encontrar a nuestro niño interior”.
Como payaso, revela que su misión es “empayasar” el mundo, "el compartir un simple hecho, un deseo, una emoción, con sólo ponerse una enorme nariz roja", entretanto, como pedagogo, piensa que ambas ramas, la pedagogía y el artes escénico, pueden fusionarse para formar mejores personas.
El curso que dicta Ariel está dirigido a todos con o sin experiencia, actores, actrices, poetas, literatos, dramaturgos, abogados, médicos, auditores, bailarines, arquitectos sensibles, albañiles y mariachis, entre otros.
Otra de las artistas quien también está en el "mundo de las narices rojas" es Alejandra Quiroz, de 24 años. Ella forma parte de Tabla Roja desde hace un año, pero recibió formación cuatro años antes. Egresada de la carrera de Derecho de la Universidad católica de San Pablo afirma que este arte es un mundo mágico sobre todo al momento de expresarse. "Nuestro arte se relaciona con la terapia psicológica, pues el clown no busca actuar en escena, ni hacer reír, sino lograr un estado de experiencia que radica en la introspección del payaso, que a diferencia del teatro normal, no se centra en un personaje, más al contrario busca la originalidad de sí mismo".
Otra alumna de Baptista, Belén González, de 20 años, dice que el clown le permite recuperar el impulso genuino y espontáneo de su niña interior, que ya no es niño pero que está perdido. "Nuestro arte está en aceptar, compartir y jugar con nuestras ridículas pretensiones. Y, de ese modo, redescubrir y liberar nuestro verdadero ser", describe.
160 alumnos recibe Tabla Roja, de los cuales 20 siguen con éste arte.
3 es el número de estudiantes que hablaron sobre este arte.
Se inicia un nuevo taller en tabla Roja. Ayer, en Sangre y Madera, estudio de danza (calle Boyaca 3, entre 20 de Octubre y Rosendo Gutiérrez) inició el nuevo curso que se extenderá hasta el miércoles 27. El taller se orienta hacia el rescate del juego físico, presentando números de dinámicas corporales que estimulen con dinámicas de improvisación del clown.
Un arte sin espacios
Alrededor de 160 clowns se forman al año, pero muchos abandonan por falta de espacio.
1 Tabla Roja es considerado como el único elenco de Clown en La Paz, según Ariel Baptista.
2 En Cochabamba y Chuquisaca existen dos espacios que brindan curso sobre el arte payaso.
Ángela Carrasco
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