El corazón de los niños obesos sufre por las enzimas alteradas, colesterol, cansancio fácil y dolor de pecho.
Los niños con sobrepeso deben ser chequeados por un pediatra, un endocrino y un cardiólogo para prevenir problemas cardiovasculares.
La obesidad de los hijos es invisible a los ojos de los padres. Una encuesta realizada en mayo de este año por la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, reveló que 81% de las madres considera "normal" el sobrepeso de sus niños. Pero el organismo siente, y se afecta, con ese peso de más. Negarlo, por parte de los padres, es arriesgar aún más al niño a enfrentar problemas graves de salud.
En Venezuela, la obesidad infantil también está causando estragos, según ha comprobado el cardiólogo pediátrico de Rescarven, Hugo Castro. Los lípidos en sangre son otro problema.
Los pequeños con sobrepeso, o incluso aquellos que ya son delgados pero que en algún momento pesaron de más, pueden registrar altos niveles de colesterol y triglicéridos.
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