Es frecuente encontrar situaciones similares en varias universidades públicas o privadas en nuestra Bolivia. Este reto de ser estudiantes y madres a la vez, hace constante el diario desafío de ellas en continuar o abandonar los estudios universitarios para su superación.
No hay un cálculo aproximado de cuanto por ciento de madres universitarias hay todas las universidades. Pese y a falta de estos datos, es evidente ver con mayor resalte a varias compañeras y amigas que al igual que ustedes son una etapa de nuestras vidas.
Quisimos reflejar lo poco que pudimos aprender de una amiga de entre todas ellas.
Los nombres como la foto es solo relativo a la entrevista que realizamos y no quiere ser publico.
En varios de los ambientes de nuestra universidad, rara vez se respira un ambiente tenso y calmado. La mayoría de las aulas están repletas de alumnos que preparan todo tipo de trabajos y preocupaciones de estudios finales como exámenes por rendir.
En los pasillos se observan jóvenes que pasan apresurados de un lado a otro, algunos sin rumbo por definir solo esperando algo que compartir. Grupos de amigos van de risas y otros preocupados, sorprendidos y pocos desubicados, con la mayoría buscando pasar el día y poder compartir los que le queda en la jornada.
Entre toda esa estresante atmósfera, se distingue una joven que pasa de prisa con algunos libros en una mano y en la otra mano lleva un bolso con varios contenidos para rellenos de inseguridad. Lo más resaltante es su rostro de angustia. “No es una universitaria común”, se le ha hecho muy tarde para entrar a un examen y no encuentra a ninguna amiga con quien pueda dejar a su pequeña Maira, de casi dos años de edad.
Esta es una de las tantas circunstancias a las que se ha tenido que enfrentar Maribel Sánchez, estudiante del séptimo semestre de la carrera de Ciencias de la Educación en nuestra universidad, quien se embarazó estando en segundo semestre, cuando apenas tenía 19 años.
A partir de entonces, Maribel ha tenido que aprender a administrar su tiempo para enfrentar la enorme responsabilidad de ser madre y estudiante a la vez. Casi no cuenta con la ayuda de su madre o algún familiar cerca. Las tareas, por lo general, las hace en la noche y parte de la madrugada cuando Maira se pone a descansar, “es muy inquieta y casi siempre no me deja hacer nada. A veces me levanto a las 4 o 5 de la madrugada para continuar o ponerme a estudiar”, cuenta entre sus suspiros.
Maribel es una de las pocas madres jóvenes que tienen la posibilidad de seguir estudiando en la universidad pese a uno y otro problema que se presenta a diario es incierto su seguridad de terminar su carrera.
Maribel es una joven que no ha tenido la ventaja de contar con una familia y una pareja que este a su lado. Sin embargo, el apoyo moral de amigos y algunos conocidos no lo es todo. El factor económico influye mucho en la decisión de seguir estudiando.
La gran responsabilidad que conlleva el convertirse en madre a temprana edad, muchas jóvenes en condiciones similares llegan a enfrentarse a situaciones de alto estrés o depresión, las cuales derivan en serios problemas de salud para así después dejar la universidad y buscar medios de sobrevivencia.
Coolosa
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