Durante los recientes días se ha dado una polémica sobre el presupuesto universitario, un tema recurrente, que ahora parece profundizarse con el reclamo de la joven Universidad Pública de El Alto (UPEA) que exige mayor asignación y que la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz se opone a cualquier recorte en el supuesto de cuyas arcas saldrá el dinero para favorecer a la alteña.
Es importante que las universidades a tiempo de plantear un presupuesto expongan planes sobre investigación y extensión académica y muestren logros de gestión.
El problema presupuestario de la universidad pública es un
asunto que se lo analiza cada gestión y motiva posiciones encontradas con el
Gobierno, en una pulseta que llega a las calles mediante los conglomerados
estudiantiles que tienen enorme capacidad de movilización para crear un
ambiente de presión en contra del Gobierno. Son interesantes algunos datos
sobre el presupuesto de las universidades públicas y que en líneas generales a
octubre sólo se ejecutaron el 48,5 por ciento de la asignación prevista para el
presente año.
Cuando se observan estos porcentajes la pregunta inmediata
es ¿por qué si tienen dinero acumulado en cajas y bancos piden más dinero para
su presupuesto del próximo año? Explicaciones de las autoridades universitarias
sostienen que los recursos no ejecutados corresponden principalmente a ingresos
por Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y que el motivo es porque no
existe una normativa clara que defina el destino de ese dinero. O que también
existe temor por la Ley Anticorrupción.
En el caso de la universidad de El Alto se conoce que tiene
un saldo de 75 millones de bolivianos y que al conjunto de las universidades
del sistema les entregaron 4.064,6 millones para la presente gestión, pero sólo
1.972 millones fueron ejecutados hasta octubre pasado.
Lo que habría que empezar a cuestionar, al margen de las
explicaciones es cuáles y cuantos son los planes y proyectos que tienen las
universidades públicas en la construcción de nuevas infraestructuras para hacer
frente al ingreso de otros miles de estudiantes el próximo año, el
equipamiento, los laboratorios y un aspecto fundamental, la investigación. Es
quizá este rubro el que se pierde en las discusiones, pero básicamente, cuando
se habla de universidad se refiriere a la investigación.
Es importante que las universidades a tiempo de plantear un
presupuesto incrementado expongan planes sobre investigación y extensión
académica. En la enseñanza universitaria la investigación es factor decisivo y
para desarrollarlo se debe tener metas y objetivos. ¿Cuántos proyectos de
investigación han sido aprobados y cumplidos este año? ¿Cuáles son los que se
realizarán el próximo?
La universidad como se ha dicho muchas veces es la que debe
servir mejor al ser humano, a la sociedad y aportar de manera efectiva a la
solución de los problemas de un tiempo y de un país que demanda alternativas
efectivas en sus profesionales que vayan más allá de moldes tradicionales y que
pueden ser obsoletos. No se puede desconocer que existen universidades
calificadas internacionalmente, pero también requieren ajustes. Las mejores
universidades son las que forman con conocimiento y cultura y arrojan al
mercado laboral y social a profesionales útiles que más allá del mercantilismo
de ese mismo mercado aporten a la ciencia, a la investigación y a la conciencia
crítica de la sociedad.
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