El mentado cogobierno Docente - Estudiantil ha sido, y aún lo es, una de las mejores vías para controlar la administración de las universidades, tanto en lo económico como en lo académico.
Sin embargo, cuando esta práctica toma otros caminos, puede ser contraproducente. Por ejemplo, si el control estudiantil se torna en una casi dictadura respecto a quién será o no el catedrático o la catedrática, el asunto es preocupante.
Algo así está ocurriendo en la UPEA, la Universidad Pública de El Alto, donde la permanencia de los docentes se ha hecho muy inestable, en especial para los que no cumplen las “expectativas” estudiantiles. Lo retiran de inmediato, al punto que casi se ha eliminado la docencia titular, dejando sólo la interina. Hasta los avisos en busca de docentes piden “interinos”.
Lo peligroso de la situación es que la calidad de los profesionales que salen de esta universidad no será (es) buena. Hoy los alumnos deciden qué exámenes se darán, qué exigencias se les “impondrá”, formas de graduación y un largo etcétera. Esos estudiantes, ellos solos, están poniéndose trabas en su futuro profesional. ¿Usted los contrataría?
Opinión
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